¿Sabes lo que tus clientes están diciendo de ti? Muchas empresas ven la ausencia de comentarios negativos como un signo de satisfacción, pero estudios muestran que sólo 1 de cada 26 clientes insatisfechos realmente se quejan o levantan la mano. Lo que es peor, el 91% de esos clientes insatisfechos simplemente se van sin decir nada.
¿Cómo saber lo que la gente piensa si no nos lo dice? Quiero compartir con ustedes lo que he aprendido acerca de escuchar la voz de los clientes.
Estudios muestran que sólo 1 de cada 26 clientes insatisfechos realmente se quejan o levantan la mano. Lo que es peor, el 91% de esos clientes insatisfechos simplemente se van sin decir nada.
Hace unos años, un par de amigos y yo comenzamos lo que ahora es una de las mayores comunidades de Ciencia de los Datos e Inteligencia Artificial en Colombia. Me encantan las reuniones que hacemos porque entre todos podemos hablar sobre ¿cómo se utilizan realmente los datos en diferentes empresas? y ¿cuáles son los principales desafíos que enfrentan?.
Durante nuestros encuentros descubrimos que uno de los asistentes trabajaba, regularmente, con algunas de las empresas de investigación de mercado más importantes del país. Esta persona compartió un desafío muy común relacionado con ¿cómo poder conocer a los clientes y establecer relaciones con ellos?.
Si eres profesional en marketing o estás a cargo de los canales digitales de una empresa, probablemente estarás de acuerdo en que responder a este desafío es una prioridad. Aún así, el reto constante al que se enfrentan muchas empresas, y que compartió con nosotros este asistente, es el tener acceso a una gran cantidad de datos sobre sus clientes y no saber qué hacer con estos.
Quiero compartir una historia personal para ilustrar esto. Hace varios años, ayudé a mis padres a dirigir una cafetería en las Islas Canarias. Escuchar a nuestros clientes era tan fácil como sonreír, saludar e iniciar una conversación. Estas conversaciones informales y cortas guiaron nuestras decisiones y con el tiempo nos sorprendimos al descubrir que venían personas de otras islas a visitar nuestra tienda.
Conocíamos bien a nuestros clientes, y eso ayudó a guiar nuestras decisiones, y nuestro negocio prosperó.