Detrás de cada gran experiencia de usuario, hay un gran diseño.
Un buen diseño genera productos útiles, estéticos y comprensibles. El legendario diseñador Dieter Rams, padre de los famosos 10 principios del buen diseño, explica que un buen diseño "... aclara la estructura del producto. Mejor aún, puede hacer que el producto hable. En el mejor de los casos, se explica por sí mismo".
Como diseñadores, este es nuestro deber. Cuando nos comprometemos a un gran diseño de producto, nos comprometemos a enfocar la atención del usuario para que entienda y obtenga más valor de lo que ofrecemos. Esta es la clave.
Diseño de UX en tres fases
En este artículo, quiero tratar algunos de los fundamentos para construir un buen producto. En particular, cuando se trata de canales digitales, hay una serie de temas prácticos a considerar, tales como, la accesibilidad con el cumplimiento del ADA, el SEO, la capacidad de búsqueda, los escenarios transaccionales y la capacidad de respuesta.
Nuestro proceso de UX en Modyo para abordar estos temas es iterativo, y nos ayuda a mejorar continuamente nuestro diseño con la retroalimentación. Este proceso de UX es más un acercamiento—o una forma de pensar—que una definición estricta, ya que difiere entre las organizaciones.
Dicho esto, hay tres fases en la forma en que nos acercamos a UX: investigación, concepción y pruebas de usuario.
Investigación, "Construir un buen producto"
También llamado "Descubrimiento", definimos el alcance del producto y los objetivos comerciales según las limitaciones de los interesados y las necesidades de los usuarios finales.
Concepción, "Construir el producto correcto"En este segundo paso es donde diseñamos las interacciones de los wireframes de baja fidelidad para enfatizar la arquitectura y estructura de la información que definimos en el paso anterior.
Prueba de usuario, "Construyendo un producto útil y utilizable"
Prueba tu producto con los usuarios, y descubre lo que necesitas cambiar. Las pruebas de usuario son la mayor influencia que se tienen en las decisiones sobre el diseño. Ayudan a garantizar que no se fuerce el comportamiento del usuario por caminos no naturales, y también contribuye a consolidar la visión de las partes interesadas con la experiencia del usuario.
Carga Cognitiva y Jerarquía Visual
Ahora detallaremos un poco más la concepción del producto, y explicaremos cómo considerar todas las limitaciones. Cuando diseñamos un producto, siempre tenemos en mente las siguientes cinco tareas para asegurarnos de que nos mantenemos en línea con las expectativas del usuario:
Enfocar la atención del usuario
Llevar a los usuarios a la meta final
Reducir el esfuerzo mental y mantener el flujo
Maximizar y estandarizar la compatibilidad con las tendencias naturales del usuario
Minimizar los errores y evitar la frustración
Tanto dirigir como enfocar a los usuarios es un reto complejo, porque tenemos que mantener un equilibrio entre la carga cognitiva y la jerarquía visual. Los productos digitales se escanean, no se leen, por lo que no podemos pedir a un usuario que haga varias tareas, porque su atención es necesariamente selectiva. Casi todos los usuarios hacen esto: primero escaneamos los titulares, luego los subtítulos, y sólo después, copiamos los bloques.
Es importante entender hacia dónde se dirige la atención de los usuarios.